El entrenador del Juvenil A, Luis García, fue uno de los protagonistas de la octava edición del Día del Entrenador. El técnico cervecero formó parte de una mesa redonda sobre ‘Fútbol base de élite: el escalón clave en el desarrollo’ con los entrenadores de División de Honor Juvenil Franc Artiga (FC Barcelona), Luis Blanco (RCD Espanyol) y Dani Poyatos (Real Madrid).
Luis García reconoció que en el fútbol la pasión lo mueve todo. “Soy muy exigente, conmigo mismo el primero. Y eso los jugadores lo ven y es más fácil que te sigan. Pero también soy el que más me equivoco. Por ello, el primer ingrediente es la retroalimentación y las sinergias positivas, compartir conocimientos entre todos y luego interpretarlo a tu manera. Así es como estamos trabajando en la Damm con los entrenadores de fútbol 11”, explicó el técnico.
El entrenador asturiano declaró que una de las tareas más importantes de los entrenadores es ser gestores de emociones. “Uno de los grandes problemas de esta sociedad es gestionar la frustración de los jóvenes” –expuso García- “están acostumbrados a tenerlo todo muy fácil, a un solo clic. Deben aprender a crear una serie de hábitos para lograr sus objetivos”. Materializarlo no es sencillo, sobre todo con la irrupción de las redes sociales y la dependencia de los teléfonos móviles. “Intentamos que los jugadores mantengan los pies en el suelo, pero no podemos controlarlo todo. No es nuestra tarea”, dijo García.
En este sentido, el entrenador del primer equipo expresó la importancia de formar un equipo más allá de un grupo de personas. Según Luis García, “el fútbol es un deporte colectivo con mucho egoísmo personal. Yo era el primer egoísta cuando jugaba. Con el tiempo fui comprendiendo más a los entrenadores. Intento construir un equipo que trabaje por el beneficio de todos, porque considero que los jugadores ganan partidos, pero los equipos ganan campeonatos”.
Luis García está disfrutando de su primera experiencia como entrenador en el CF Damm, “un gran Club que se ha caracterizado históricamente por formar grandes jugadores y grandes personas. Mi modelo de juego va en concordancia con el del Club, de ser protagonistas y atrevidos a través del balón”. Preguntado sobre la categoría de División de Honor, “es la última etapa antes de afrontar el siguiente paso, que es un monstruo” –respondió el técnico- “Nosotros queremos competir. Muchas veces es injusto valorar sólo el resultado y no el proceso, el cómo. Aunque perdamos algún partido, si merecíamos ganar, quiere decir que hemos hecho las cosas bien”.
Y, si algo está demostrando Luis García en los pocos meses que lleva en el Club, es ser un entrenador muy cercano con sus jugadores. “Me gusta mucho preguntarles antes de intervenir, que me den soluciones y me ayuden a interpretar. Yo con 17 años no entendía nada de lo que estaba pasando, y ojalá hubiera tenido entrenadores del nivel que hay actualmente”. Luis García reconoció que el entrenador que más le ha marcado ha sido Bartolomé ‘Tintín’ Márquez, con quien coincidió en el Espanyol y en el Eupen belga.
El objetivo de esta jornada que organiza la Federación Catalana de Fútbol, junto con el Comité Técnico de Entrenadores y la Escuela de Entrenadores de la FCF, es dar formación a todos los entrenadores inscritos con ponencias de técnicos de primer nivel. Más de 400 personas acudieron al Auditorio del Edificio Este del World Trade Center de Barcelona, donde también participaron Xesco Espar, Jordi Cruyff y Carlos García.
