El parón general originado por la pandemia del coronavirus ha provocado, entre otras muchas consecuencias, la suspensión de las competiciones deportivas en las que participan los 14 equipos del CF Damm. Las plantillas cerveceras ya acumulan casi siete semanas sin poder entrenar en el césped y han tenido que buscar alternativas telemáticas para mantener la forma física durante el confinamiento.
El Juvenil A se reúne dos veces a la semana a través de videollamadas. “Los martes entrenamos juntos y los jueves analizamos diferentes aspectos del juego mediante vídeos”, explica Marc Giménez, preparador físico del primer equipo. “Estudiamos tanto a nuestros rivales de liga como situaciones de equipos profesionales en el ámbito ofensivo y defensivo. Buscamos que los jugadores aprendan detectando aciertos y errores, y sobre todo, que interactúen y se expresen para tener un feedback positivo entre técnicos y jugadores”, añade Giménez.
Los integrantes del primer equipo cervecero también han comenzado a organizar grupos de trabajo reducidos por líneas específicas dentro del campo, para profundizar aún más sobre conceptos concretos del juego. Aparte de la sesión de los martes, los jugadores se ejercitan cuatro días más a la semana siguiendo las pautas de entrenamiento que les envía el preparador físico.
El Juvenil Femenino también se ve las caras un par de veces por semana por videoconferencia. Una de las sesiones la dedican a entrenarse en grupo, mientras que en la otra hacen clases de repaso táctico y actividades en familia con retos y juegos de entretenimiento. “Además, las jugadoras cuentan con cuatro rutinas de entrenamiento que deben realizar durante la semana para garantizar el mantenimiento físico desde casa”, comenta la entrenadora, Juli García.
Los equipos de fútbol 7 no entrenan conjuntamente vía telemática, pero recibieron unas recomendaciones del Club para realizar actividad física en su domicilio y han ido compartiendo los ejercicios con sus entrenadores. La rutina de entrenamiento de los Alevines A y B es un punto más exigente que la del resto de equipos por la etapa de formación donde se encuentran.
Siguiendo la tónica del CF Damm, los equipos se reúnen por videollamadas dos veces cada semana. “Una la dedicamos a revisar el trabajo condicional que están realizando los jugadores y resolver dudas, y la otra suele ser más lúdica”, dice Marc Pinyol, coordinador de F7. “Los encuentros son muy variados. Intentamos que algunos estén más enfocadas al fútbol, con análisis de cortes de vídeo, y también optamos por hacer juegos y concursos que no están estrictamente relacionados con el balón, o simplemente nos ponemos al día”.
